Ha tenido que ser a la segunda. Por fin pude sacar el cometa Tsuchinshan-Atlas. Ha tenido que ser cuando ha rodeado el sol y, por lo tanto, es visible en el anochecer, en vez de antes, que era al amanecer. Se puede ver incluso a simple vista, aunque muy bajito de brillo. Lo encontré, gracias a que tengo una aplicación en el móvil del firmamento nocturno, y me indicaba por dónde lo tenía que ver. 

En mi ocasión, el cometa estaba todavía muy arriba como haber buscado algún «spot» donde pudiera componer una buena fotografía. Lo que hice fue subir a la azotea de mi edificio y calzar mi objetivo 120-400 mm.

Hoy ha estado lloviendo casi todo el día, por lo que ya me había hecho a la idea que no lo iba a poder ver. Menos mal que al final, el cielo se ha abierto, aunque para mañana martes y creo que toda la semana, han dado lluvia por lo que va a estar difícil volverlo a ver.

Son dos fotografías, pero menos es nada.